

Asimismo, ha querido “agradecer la implicación que la Fundación Quaes ha establecido también con las personas con estas patologías, haciéndonos partícipes su Patronato de Honor”.

“Entender mejor el cáncer, cómo funciona, cuál es su causa, con el objetivo de mejorar el diagnóstico y priorizar nuevas vías y terapias más personalizadas para tratar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes, es parte de nuestros intereses”.
Detección del cáncer en plasma
Durante el acto de la presentación de la nueva fundación se han dado a conocer los resultados de uno de los proyectos de investigación que fue financiado por CDTI. Javier Benítez, director del Programa de Genética del Cáncer del CNIO y coordinador de este trabajo , ha explicado la importancia que tiene la detección temprana del cáncer en la supervivencia.
Los marcadores séricos conocidos hasta ahora tienen una baja sensibilidad diagnóstica en etapas precoces de la enfermedad y no son muy utilizados. “Existe, por ello, una gran necesidad de encontrar marcadores que permitan realizar un diagnóstico precoz del cáncer de mama, ya que los métodos hasta ahora disponibles tienen limitaciones (como la mamografía en mujeres jóvenes con alta densidad mamaria) o son invasivos (como la biopsia)”, ha dicho el responsable del estudio.
En este sentido, los microRNAs (conocidos también como mirs) que se encuentran en el plasma sanguíneo son unos nuevos marcadores muy prometedores asociados a un mejor diagnóstico y pronóstico en diferentes enfermedades, incluido el cáncer. En este estudio se quiso encontrar una firma genética de marcadores aplicable a todos los tipos de cáncer de mama.

Para ello, se estudió la expresión de casi 2000 microRNAs en un grupo de 122 tumores de mama y 11 mamas control procedentes de mujeres sometidas a cirugía estética o reducción mamaria, llegándose a seleccionar cerca de 50 mirs candidatos. La búsqueda se fue refinando tanto en los tumores de un segundo grupo de pacientes con cáncer de mama (validación técnica) como posteriormente en muestras de plasma de cerca de 200 pacientes con cáncer hasta que finalmente quedaron cinco candidatos: “Uno de ellos, el mir21p-5 ya había sido asociado con otros cánceres como esófago, gástrico y colon, lo que indica la utilidad potencial en un amplio grupo de cánceres”, ha comentado Benítez.
