14 diciembre 2016

Creique y Penseque, hermanos de tonteque. Incertidumbre frente a Éxito.

Hoy recogemos una breve entrevista que hemos realizado a Ph.D. José Antonio Puentes Muñoz, PMP, con el que hemos compartido unos días en el interesante taller "Riesgos: Incertidumbre frente a Éxito" dirigido a directores de proyectos.

"Creique y Penseque, hermanos de tonteque" Algunos lo hemos oído, en nuestras casas o en nuestro desempeño profesional,  quien no ha utilizado estas expresiones en alguna ocasión "Pense que...." "Creia que....", pues démosle la vuelta y pongámonos a identificar, medir y cuantificar  nuestras actividades, para dar una respuesta concreta, veraz, basada en la información. Entender que significa éxito y reconocer que los riesgos negativos, mal gestionados son causa de fracaso, nos da pie a la entrevista "Riesgos: Incertidumbre frente a Éxito"




 ¿ Que aspectos crees que son diferenciales a la hora de plantear el escenario profesional de un Director de Proyecto ?


Hay diferentes definiciones de un Director de Proyectos, ya sea desde el ámbito de las asociaciones profesionales o desde las normativas o referencias asociadas a la calidad o a la excelencia.

Si yo tuviese que dar una definición diría que un Director/a de Proyectos debe ser un profesional reconocido que sea capaz de asegurar la correcta alineación de la capacidad operativa con la estrategia de su organización, así como con la necesidad de negocio de sus clientes (internos o externos) para los que desarrolla sus proyectos.

Para esta profesionalización se necesita desarrollar diferentes competencias, por un lado las competencias asociadas a la estrategia, a los negocios y a los contextos en los que operan los proyectos, por otro lado las asociadas a la propia planificación y desarrollo del proyecto, sin olvidar, en tercer lugar, el componente humano y por tanto sus cualidades de liderazgo.

Resumiendo debe ser un integrador capaz de enfrentarse a la complejidad y al riesgo que suponen los proyectos, sabiendo generar al mismo tiempo compromiso, lealtad y vinculación a largo plazo con los diferentes actores implicados.



¿ Con que definición de "éxito" te quedarías ?


Tradicionalmente se ha definido éxito como entregar el proyecto a tiempo, dentro del presupuesto y
con el nivel de calidad concertado.

Pero hay otros aspectos que son tan o más importantes:

-          Analizar si la gestión del proyecto ha sido correcta o no, si las decisiones que hemos tomado han funcionado, etc., nos ayudará a construir elementos de juicio que nos permitirán tomar mejores decisiones en el futuro. Luego también podemos hablar de éxito en términos no solo de resultados sino de gestión, de cómo hemos logrado esos resultados.
-          Todos los proyectos significan una inversión, luego cuando hemos realizado el análisis de viabilidad lo hemos hecho en función de una estimación del resultado en el negocio de pasar a producción los productos o servicios desarrollados por el proyecto. ¿deberíamos medir si los beneficios de negocio se va obteniendo a lo largo de la operación, coinciden con la estimación inicial? Si no es así ¿Cómo sabemos, objetivamente, que realmente este proyecto debería haberse emprendido?
-          Por otro lado, uno de los objetivos de todas las organizaciones es la supervivencia, para ello se debe asegurar la vinculación con todas las partes implicadas para poder seguir haciendo negocios en el futuro ¿hemos tenido en cuenta a la hora de planificar nuestro proyecto este objetivo? ¿al entregar el proyecto, hemos medido el resultado en términos de vinculación, de generación de imagen, que nuevas oportunidades puede generar el esfuerzo que acabamos de terminar?


Seguro que podríamos dar otros matices al concepto de “éxito”, pero todos estos elementos debería ser tenidos en cuenta a la hora de hacer el análisis de viabilidad de los proyectos y fijar sus objetivos.

¿ Para Gestionar la incertidumbre que orientación metodológica habría que seguir, ISO, PMP, ...?


Aunque siempre es muy cómodo que otros nos diga como tenemos que trabajar, desde mi punto de vista, el único soberano para tomar decisiones en el ámbito de un proyecto en concreto es el propio Equipo de Proyectos liderado por el Director/a de Proyectos. Siguiendo con esta filosofía el único soberado para establecer las estrategias de como enfrentarnos a la complejidad o a la incertidumbre que supondrán los proyectos que llevaremos a cabo para atacar un determinado mercado es la propia Dirección de la Empresa. Por eso, mi consejo no es adherirnos a una metodología u otra si no construir nuestra propia filosofía de trabajo basándonos en las recomendaciones de las diferentes asociaciones profesionales (de proyectos, de calidad, etc.) siempre que aporten un valor indiscutible dentro de nuestro contexto de negocio.


¿ Con que lección aprendida te quedarías, en el ámbito de proyectos que fracasaron: El accidente del transbordador espacial Challenger, El funicular alpino de Kaprun, etc... ?

Yo considero la Gestión del Conocimiento como una herramienta de éxito. Todas las decisiones que tomamos las deberíamos hacer en base a nuestra experiencia, en base a la experiencia de otros, en base a la experiencia tabulada en los libros. Y cuando nos enfrentamos a la incertidumbre esta 
experiencia integrada nos debería poder ayudar a identificar y al menos cualificar los diferentes escenarios a los que nos podemos enfrentar.
La pregunta es clave ¿solo podemos aprender escarmentando en nuestra propia cabeza? A Séneca el joven se le atribuye la frase “errare humanun est”. Errar es de hombres pero tropezar dos veces en la misma piedra ¿de qué es…?.
La clave sería extraer lo que nos es útil de unos y otros, para alimentar nuestro propio criterio, que será el que prevalezca al final en nuestras decisiones. Ya se que escarmentar en la cabeza de otro podría funcionar cuando se trata de un caso cercano y podemos vivenciar, aunque sea de una manera remota, las consecuencias negativas. De los errores y batacazos que sufran personas alejadas de nosotros no es tan frecuente aprender, aun cuando lamentemos el suceso, porque siempre nos queda la frase: “Eso no me ocurrirá a mí.”. Por supuesto, nada es tan efectivo como escarmentar en cabeza propia, que ocurre cuando sufrimos directamente las consecuencias negativas del error.

Los profesionales reconocen el valor de otras experiencias, aunque no estén directamente relacionadas con sus contexto de trabajo, reflexionan sobre ellas para destilar en lo posible las lecciones aprendidas que le puedan ser de utilidad en el futuro a la hora de tomar decisiones mejor informadas, tratando de no tropezar donde otros ya tropezaron. Quizás esta sea una de las competencias del Director/a de Proyectos más difícil de conseguir.


Desde aquí queremos agradecer a José Antonio Puentes por su dedicación y por todo el conocimiento compartido y un entrañable saludo.